A menudo los técnicos tenemos una visión algo distorsionada de la realidad. Este es un hecho bastante frecuente y no somos conscientes que la sociedad en general tiene una visión de la informática "algo diferente". Viene muy bien a veces compartir experiencias con sectores no técnicos para darte cuenta de muchos aspectos importantes de los usos y costumbres. Esto me ha pasado recientemente en unas jornadas en la que hemos participado sobre concienciación en los usos de Internet a padres y menores en la localidad de Alcorcón. A pesar de que ya en bastantes ocasiones había impartido sesiones no técnicas, una de las que se llevaron a cabo, destinada a estudiantes de 5º y 6º de primaria, me ha permitido tener una visión inmejorable del estado de la sociedad con respecto a los usos de Internet.
400 chicos y chicas con sus inquietudes, ganas de aprender y hambrientos de Internet se dieron cita en una sesión que me resultó divertida y edificante pero también inquietante. Me sorprendieron algunos aspectos como cuando pedí que subieran la mano todos aquellos que ya tenían móviles y aproximadamente un 80% de las 400 manos se alzaron. Esperaba un gran número pero no tanto. La sorpresa fue tal que tras este hecho replanteé un poco la sesión, puesto que tuve que indicarles los peligros de usos de móviles y de forma "comedida" en los riesgos del "Sexting", hecho que está muy de moda entre los jóvenes y por las caras que pude ver cuando hablé del tema también entre "los más jóvenes".
Y es que comprendo que las inquietudes de mi generación y la de ésta han cambiado totalmente, pero no es menos ciertos que los padres estaban más preparado socialmente antes que ahora. No porque su cualificación fuera mejor, sino simplemente por que los riesgos eran más tangibles y controlables. También es cierto que a veces como una avestruz que esconde la cabeza se permite con demasiada condescendencia determinados actos para los que los más jóvenes no están preparados. Desgraciadamente muchos adultos tampoco.
Me sorprendió también que un nutrido número de los jóvenes asistentes tuvieran perfiles en redes sociales. Las edades de los asistentes se encontraban entre los 10 y 12 años fundamentalmente y la edad mínima legal para estar en una red social es de 14 años. Seguramente muchos padres no sepan que sus hijos tienen cuenta en Facebook, Twitter, Tuenti, etc., seguramente muchos padres no sepan ni que es eso. Y es que la educación en estas lides no son fáciles y pasa en primera medida por educar a los padres en los riesgos.
La ronda de preguntas, más de 40, (tuvimos que cortar porque se extendía ya demasiado el tiempo) me permitió ver que algunas de las cuestiones que se planteaban eran más profundas que las que yo o cualquiera de mis compañeros de clase hubiéramos planteado con su edad. Y es que en eso también se nota la impronta del acceso a la información. Quizás estén (o quieran) madurando mucho antes que generaciones pasadas, pero eso también supone un riesgo a controlar, puesto que a determinadas edades somos menos conscientes de los riesgos que a otras. Educar concienciando en Internet y sus usos se tiene que convertir en un hecho, puesto que está tan a su alcance y tantas son las posibilidades que les reportan, que sería una indecencia prohibírselos.
Desde Sidertia apostamos por la concienciación. Las acciones que llevamos en Alcorcón no van a ser la únicas que haremos , porque somos conscientes del problema y de la necesidad de educar, no solo a jóvenes, sino también a los adultos. Si los padres no saben y no quieren aprender, no podrán ni entender ni solucionar los riesgos y problemas a los que se enfrenta la sociedad a día de hoy.
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